Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica
ASTECSN
COMUNICADO DEL 07-11-2022 DE ASTECSN sobre Reconocimiento público a los trabajadores de la central nuclear Vandellós-1 que atendieron la emergencia derivada del accidente del 19 de octubre de 1989.
La Asociación de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN) es una asociación sin ánimo de lucro que agrupa a técnicos superiores del Cuerpo de Seguridad Nuclear y de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear. Nos constituimos en 2015, tras el accidente de Fukushima, con el objetivo, entre otros, de promover una mayor cultura de seguridad y transparencia en el propio regulador nuclear donde prestamos nuestros servicios como personal funcionario. Buscamos también que haya una apertura hacia la sociedad de todas las partes involucradas en el uso de la energía nuclear.
Dentro de sus actividades y objetivos, ASTECSN ha impulsado la celebración de jornadas de reflexión sobre accidentes nucleares y las lecciones que se han de aprender de los mismos. El 26 de abril de 2019 tuvo lugar una jornada sobre los accidentes de TMI, Chernóbil y Fukushima.
El 25 de octubre de 2019 promovimos una jornada sobre el accidente ocurrido en la Central Nuclear de Vandellós 1, a la que el Pleno del CSN dio mayor realce haciéndola institucional, e invitando a todos los actores interesados en la energía nuclear. ASTECSN fue invitada a participar, y fue una buena ocasión para reflexionar sobre las actuaciones que hicieron la empresa propietaria de la central y el propio CSN durante el accidente, del que han transcurrido ya más de 30 años. Se habló de las repercusiones de las diferentes decisiones que se fueron tomando, enfocando las presentaciones hacia las lecciones aprendidas. En el enlace https://www.csn.es/-/jornada-institucional-en-el-csn-sobre-las-lecciones-aprendidas-tras-el-accidente-en-la-central-nuclear-vandellos-i el CSN ha publicado las presentaciones que se hicieron con la grabación de las ponencias.
Durante la preparación de la ponencia para dicha jornada sobre el accidente ocurrido en C.N. Vandellós 1, los miembros de la Asociación fuimos conscientes de que la actuación crucial y valiente de los técnicos de la central no ha sido reconocida por la sociedad y de que existe una deuda que debe saldarse.
A continuación, aportamos algunos detalles de la actuación voluntaria y heroica de los técnicos de la central y de las circunstancias que concurrieron.
Descripción de los hechos:
El 19 de octubre de 1989, a las 21:39 horas, se inició un incendio en la central nuclear de Vandellós 1, situada en la Provincia de Tarragona.
Los trabajadores de la planta, que en su mayoría vivían en un poblado próximo, vieron desde sus casas un humo que no era normal y acudieron en masa, sin que hubiera aviso previo (no había móviles ni sistemas de alerta que les llegaran). Principalmente, el personal de operación y mantenimiento (aproximadamente un centenar) se puso a disposición de sus jefes. Estuvieron trabajando en condiciones muy difíciles y peligrosas, en zonas sin luz, con humo negro denso que precisaba el uso de equipos de respiración autónoma, en ambientes con equipos eléctricos que trabajaban a 5,5 KV (una descarga sería mortal), algunos con el agua hasta la cintura y lubricando en marcha y manualmente los cojinetes (para evitar que se gripara el eje) de la única bomba turbosoplante que, en algunos momentos, quedó como medio de refrigeración del reactor. Durante tres días, sin apenas descanso, durmiendo en bancos y comiendo bocadillos, trabajaron hasta que la situación en la central estuvo controlada. Estos técnicos de la central arriesgaron sus vidas, trabajando en ambientes potencialmente contaminados por agua radiactiva y con riesgo de electrocución.
La situación de la instalación, a causa del incendio y de la posterior inundación de la parte baja (cava) del reactor, fue dramática porque se aproximó a condiciones del reactor que, de haberse alcanzado, hubieran supuesto una catástrofe ambiental, con contaminación que podría haber afectado a grandes zonas del entorno. Se estuvo bastante cerca de alcanzar el ajuste de apertura (tarado) de las válvulas de seguridad ubicadas en el cajón del reactor nuclear, lo que hubiera causado la descarga de una nube de gas radiactivo. Por otra parte, el incendio inutilizó gran cantidad de equipos de la central, lo que habría impedido el cierre automático de dichas válvulas, aunque la presión en el cajón hubiese bajado por debajo del ajuste de cierre (tarado) de las mismas.
La temperatura del combustible en el reactor fue aumentando. Con la actuación profesional y excelente del personal de la central, se consiguió que se mantuviera operando una turbosoplante, aunque de manera intermitente y con serios problemas de regulación. De este modo se impidió la pérdida de refrigeración del combustible y su consiguiente calentamiento hasta la temperatura de fusión, junto con la ignición del grafito, lo que hubiera llevado a una situación parecida a la de Chernóbil, esto es, a un accidente de grandes consecuencias.
Referencias en documentos oficiales y publicaciones:
Lo decisivo de su intervención para llevar a la central a una situación segura queda patente en todos los informes oficiales, tanto los que hizo la empresa propietaria de la planta como los que realizó el Consejo de Seguridad Nuclear, además de otros informes que hicieron organismos internacionales como el Organismo Internacional para la Energía Atómica, la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE, o la Nuclear Regulatory Commission de los EE.UU.
Los medios de comunicación también han reconocido su actuación con artículos de prensa, calificándoles como “héroes de Vandellós 1”.
Propuesta de reconocimiento público:
El 19 de octubre de 2022 se cumplen 33 años de este accidente, el más grave ocurrido en España en una instalación nuclear. Los trabajadores que, de manera voluntaria, expusieron su vida para controlar la situación y evitar un desastre, no han recibido hasta el día de hoy ningún reconocimiento de ninguna institución pública o privada. Más bien al contrario, se ha tratado de silenciar su heroicidad por suponer ello un posible descrédito de la energía nuclear. Ello atiende a la consigna de que la transparencia en este sector no es buena, porque crea “alarma social”.
Hay que tener en cuenta, además, que unos años antes de que ocurriera el accidente, el Comité de Empresa de la planta escribió una carta al regulador nuclear advirtiendo de graves deficiencias en el Sistema de Protección Contra-incendios. Dicho escrito no fue debidamente atendido, y este hecho trató de ocultarse posteriormente.
El sentimiento de algunos de los trabajadores se expresa en la frase: “¡Salvamos la central y nos tratan como malditos!”, que hemos podido recoger de testimonios directos.
Después del accidente, la empresa propietaria de la instalación (HIFRENSA) trató de quitar importancia al mismo y proclamó ante el personal que “no había pasado nada”. Las personas que intervinieron y salvaron la situación temían perder sus puestos de trabajo, y nunca divulgaron lo cerca que se llegó a estar de un accidente de consecuencias desastrosas.
Nuestra Asociación considera que la sociedad tiene una deuda con estos trabajadores, que evitaron una posible gran catástrofe nuclear en España que habría supuesto unas pérdidas económicas, sociales y ambientales muy grandes. Dado que actuaron con responsabilidad, en algún caso jugándose la vida, es por lo que creemos necesario que se materialice dicho reconocimiento público.
Algunos de los actuantes en dicha situación de emergencia ya han fallecido. Otros están ya jubilados. Nuestro pequeño reconocimiento llega tarde, pero queremos dejar constancia de la profesionalidad, la responsabilidad y el excelente trabajo que realizaron los trabajadores de la central nuclear de Vandellós 1 durante aquellos días de octubre de 1989.
Querríamos que se les hubiera reconocido con otra distinción pública equivalente, y así se lo hicimos saber al ministro del Interior mediante carta enviada en febrero de 2020. De momento, no ha sido posible, aunque seguimos esperanzados en que algún día llegue ese merecido reconocimiento.